domingo, 26 de agosto de 2012

“La crónica: un fruto extraño”



Charla con la escritora Leila Guerriero.*


La vocación y sus inicios


“Siempre escribí, siempre quise escribir y mi vocación fue de chiquita: yo quería ser alguien que escribía, yo quería ser escritora. Pero no tenía la menor idea de cómo hacer para llevar eso a la realidad.”

“Llegué al diario [Página 12] en noviembre y Rodrigo Fresán ya había cerrado el suplemento en el que quería publicar hasta marzo. Y me dijeron, no ya cerró pero porqué no dejás el sobre a nombre del director, que era Jorge Lanata. (…) Lo dejé y me fui a Junin. El lunes siguiente entró mi padre a la habitación y me dice: ‘Nena, ¿Vos publicás en el diario Página 12?  Porque salió tu nombre publicado en la contratapa del diario’”      

“Y ahí empecé a trabajar en Página, sin ninguna experiencia como periodista, no tenía idea, no había hecho una entrevista en mi vida. (…) Creo que el hecho de haberme metido en el periodismo por la ventana hizo que desarrollara algunas cuestiones muy obsesivas como saber mucho, siempre sentir que tengo que saber mucho de la otra persona, me quedó como ese tic de estar muy informada. Y creo  que también me generó otra cosa, que es ahora muy saludable: nunca para mí una entrevista fue el momento de hacer preguntas sagaces o interesantes sino de ir con mucha curiosidad, como alguien que va a aprender de algo que no sabe.



Fruto extraño


“Lo de frutos extraños tiene que ver un poco con la idea de que visto de cerca nadie es demasiado normal, me parece que todos somos un poco frutos extraños. No sé si la crónica es un fruto tan extraño, en todo caso los temas de la crónica… Yo creo que un buen cronista es alguien que se atreve a mirar las cosas de todos los días como si las viera por primera vez, eso es un buen periodista.“

“Lo que uno sí tiene que buscar son esos temas que no necesariamente tienen que ser ni freak, ni excepcionales, ni gente deforme. Tiene que buscar un punto de extrañeza para uno, un punto quizás de curiosidad, un punto que no ha sido develado.”

El trabajo como escritora

“Lo más difícil de hacer cuando uno escribe es acordarse todo el tiempo cuál es el cuento que estás contando, qué es lo que querés contar. (…) siempre cuando uno se planta ante a un texto lo primero que tiene que tener en claro es qué es lo que tengo que contar. Si lo podés contar en dos líneas está bien, si necesitás media carilla sonaste. (…) Si no está claro para vos, nunca va a poder estar claro para el lector."

“Ese qué funciona como una columna vertebral imantada a la que se van a ir pegando después las demás partes. (…) Lo difícil no es tanto qué dejar afuera sino qué poner, porque tenés tanto que cómo decidís qué poner. (…) Todo lo que puedo contar de la historia, esa columna vertebral imantada se lo traga, lo que no, lo que querés meter a la fuerza lo va a expulsar muy claramente.”

“Lo que más tiene que aprender un periodista es a matar lo que más le gusta, porque a veces es justamente lo que no tenés que poner en el texto como para que no pierda tensión, no se desvíe.”

“Lo que pasa a veces cuando el entrevistado es muy 'encantador de serpientes' es que te vas contento porque te vas con el grabador repleto de anécdotas. Y una vida es mucho más que una colección de anécdotas. Cuando uno tiene demasiadas anécdotas en una entrevista hay que empezar a sospechar  que hay algo que no esta yendo por el lado que debería ir. Porque una anécdota es algo que un entrevistado ya contó medio millón de veces, no es algo que lo ponga incómodo y después te das cuenta que no sabés cómo llegó de la anécdota A a la B”

Así como hacer una entrevista es más el arte de escuchar que de preguntar, me parece que hacer un perfil o una crónica tiene más que ver con no decir que con decir. (…) A mí me parece que es un camino interesante porque no le estas cerrando el camino al lector, le estas abriendo el camino. Me parece que la elipsis es un camino elegante, de mucha sutileza, es un recurso muy discreto que no es sentencioso.”

“Me gusta pensar en el texto como algo que se termina de armar en la cabeza del que lee. (…) Me parece que es más interesante demostrar que decir. A mí me encanta pensar que los lectores son personas inteligentes"

“Los elementos que  tomo son elementos formales de la literatura. Para mí el periodismo es una forma de literatura, y en ese sentido tomo las elipsis, las metáforas, las aliteraciones, las descripciones. Creo que el periodismo toma elementos también de la fotografía, del audiovisual, de la plástica, del cine de ficción. Yo por ejemplo cuando armo un texto, lo armo como si fuera montando una película. Lo único que uno no puede, la frontera, es el invento”  

*Realizada el Martes 21 de Agosto de 2012 en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
            

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