miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Odisea (Capitulo apócrifo 3,14): “Que no se te escape la tortuga”


El oráculo de Apolo lo había anunciado a los sabios: “Vendrá un día de sol para probar al corredor más veloz”.
Un día de sol, Aquiles hacía sus pasadas de velocidad en la pista de atletismo de la  ciudad de Atenas. Sus seguidores vociferaban elogios, su familia, emocionada, lo alentaba a seguir entrenando.
Sin duda, era el mejor corredor y nadie, nunca jamás, podría vencerlo.
Sin embargo, al terminar la práctica un hooligan griego conocido como Zenón de Elea, lo increpó y lo desafió a correr con una tortuga.
Acordaron fecha, lugar y hora para la carrera.
Atenas estaba convulsionada, una tortuga, el animal mas lento del planeta, osaba correr contra el hombre más rápido de la tierra. Las calles desbordaban de carteles de publicidad con frases del tipo: “Que no se te escape la tortuga, usá sandalias nacionales” o “Soy rápido, soy el mejor, voy a ganar”, con la cara de Aquiles.
Llegó el día de la competencia, uno al lado del otro, el público a sus espaldas, la televisión encendida. La atmósfera era de euforia, las manos de los competidores temblaban, sus pupilas centraban el objetivo, la transpiración tornaba sus pieles brillosas.
La gente coreó eufóricamente; 3, 2, 1 y largaron.
En la primera curva la tortuga casi se va al pasto, pero metió un rebaje y enderezo el rumbo. Aquiles tenía una leve ventaja, sus manos estaban cada vez más ligeras, sus facciones apretadas, sus ojos fijos en el objetivo. Sin embargo, la tortuga logró equiparar posiciones y saliendo de la última curva tomó el primer lugar.
Aquiles se desesperaba por pasar; la tortuga no lo dejaba. El silencio era cómplice de la sorpresa. Quedaban 100, 50, 30 metros. Aquiles desesperado pone el turbo y en los últimos 10 metros gana la carrera.
Festejos, abrazos, serpentinas, el clásico retrato con el cronometro, el ramo de flores.
En el reportaje, Aquiles agradeció a todos por el apoyo, pero especialmente al fabricante de joysticks japoneses: “Cuando metí el turbo en los últimos 10 metros, necesitaba que el R2 funcionará a la perfección y por suerte se dio, apreté el botón y gané la ventaja, gracias a todos”, declaró el atleta emocionado.
Por su parte Zenón de Elea y su tortuga viajaron a otras polis para desafiar más gente en los juegos de carrera de Playstation 3. Al parecer no tuvieron grandes logros y por eso Zenón decidió publicar paradojas para difamar a Aquiles.



Guido Schiappacasse.
Comisión: 35.
Mayo 2011

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