– ¡¿Ned?!
   El nombre que se escuchó en todo el bar llevaba una entonación de pregunta, o exclamación, o sorpresa, o quizás, era una mezcla de todo eso.
   El único hombre que estaba sentado en una de las butacas de la barra –las demás personas se distribuían en unas pocas mesas- , sin alzar la cabeza y por encima de sus anteojos oscuros, dirigió su mirada al lugar de donde venía la voz. Hacía más de doce años que no lo llamaban así. Sin más gestos, se desentendió del llamado, apuró el whisky de un sorbo –fondo blanco–, chistó al mozo y, serio, señaló el vaso pidiendo otro más. El mozo lo miró asombrado, era el sexto.
…
   ¿Doce años ya? Sí, desde que vivía en Bullet Park que no lo hacían. En realidad, sólo allí lo nombraban de esta manera. En Queens – Nueva York–, su barrio de la infancia, siempre fue Junior, porque compartía el mismo nombre con su padre. Familia de clase media, papá empleado público, mamá ama de casa.  Junior pasó su infancia y adolescencia en ese barrio del cual renegaba. Siempre quería más. Ambición le llaman.
   En 1979 se anotó en la carrera de administración de empresa, un poco porque sentía que era bueno para los negocios, otro poco porque sostenía que era una buena carrera para ganar dinero, pero sobre todo porque debía aprovechar la beca que la Universidad de Baruch College le ofreció para formar parte del equipo de natación. Para eso sí era bueno, acumulaba varias medallas de torneos de los que participó en la escuela secundaria. Allí conoció y conquistó a Lucinda, allí, también, comenzó a perderla.
…
   Aunque las marcas en su rostro no dejaban mentir, sus 49 años estaban bien llevados. Metro ochenta y cinco, grandote, brazos que tenían memoria de haber pasado por un gimnasio, bien bronceado a pesar del otoño. Daba la sensación que, de más joven, habría tenido un parecido a Mitch Bucannon, aquel guardavida de la recordada serie de televisión Baywatch, interpretado por David Hasselhoff. Una remera escote en V, jeans, zapatillas. Además, un exagerado cinturón y una cadena dorada que no pasaba desapercibida, anteojos de sol Ray-Ban y un saco de corderoy color chocolate que descansaba en la butaca que estaba a su derecha. Podría decirse: canchero. Podría exagerarse: fanfarrón. Sin embargo había algo  en su rostro, en su postura, y hasta en ese pelo que se desparramaba a medida que pasaban los vasos pedidos, que insinuaban algo.
…
   Con Lucinda se casó a los 26 años (ella tenía dos años menos que él). Atrás quedaron las carreras –en el agua– que ganó; la carrera –en el aula– que no terminó; la universidad, que lo expulsó; el distanciamiento con sus padres, a los que no oyó. Atrás quedó el cadete, el administrativo, el encargado de área, el gerente zonal. Con 27 años era socio de A&P Contruction, empresa contructora (sabía que era bueno para los negocios). A los 27 años dejó de ser Junior para ser Ned. En Bullet Park era Ned. A él le gustaba, lo hacía sentir joven, fuerte, apuesto, pero sobre todo, lo hacía sentirse parte de ese círculo tan distinguido. En aquel barrio residencial, de casas enormes, con muchas habitaciones, grandes patios, piletas, quinchos y camionetas 4x4 estacionadas fuera de las cocheras. No se podía quejar. Ascendió rápido, tenía dinero, casa, coche y a Lucinda, también joven, también bella. Nada podía salir mal. 
Sin embargo, más de 12 años que no vivía en Bullet Park, que no pisaba ese bar.  
…
   – ¡Ned! 
   Volvió a escuchar aquel nombre. Esta vez con más fuerza y menos tono de pregunta. La voz iba directo a él, como un misil teledirigido. Levantó la cabeza y, detrás de esos vidrios oscuros que cubrían sus ojos, vio a Alison, una de las hijas de los Hammer.
…
   Alison era amiga de la infancia de Julie, su hija más grande – a Mary, la menor, la tuvo un año antes de irse de Ballet Park–. Alison y Julie iban al colegio juntas, al mismo grado. Por la tarde, Ned las pasaba a buscar en su Grand Cherokee Spoilers y las llevaba a su casa a merendar. Después de hacer la tarea, seguían jugando hasta la tardecita. De allí su gran relación con los Hammer. ¡Qué buenas fiestas organizaban esa familia!, se acordó y dejó salir una mueca que no llegó a ser sonrisa. Además, recordó que con los Hammer solían cenar en familia y, alguna que otra vez, en parejas. Sus esposas se llevaban muy bien. Una vez, compartieron vacaciones a Aspen, donde aprendió a esquiar. Allí fue donde Jonh, doctor él, al darse cuenta del problema intentó ayudar a Ned. ¿Será que la negación hizo que la amistad se fuera apagando?, se preguntó.
   A pesar de eso, el último día de Ned en Bullet Park, ya sin Lucinda y las nenas, fue Jonh el único vecino que se acercó a saludarlo. Golpeó la puerta, lo apretó en un abrazo y le deseó “mucha suerte”.
…
   – Hola Ned. ¿Te acordás de mí?, soy Kate Hammer, la hija de Jonh.
   Ned abrió grande los ojos. Kate también era hija de los Hammer, pero un año mayor que Alison y Julie. Se había equivocado
…
   Mayores negocios, mayores ingresos, mayores responsabilidades, es igual a mayor adicción. Ese era el problema; lo que en un principio supo controlar, con el tiempo se le fue de las manos. Lo que antes fue placer, relax, disfrute, ahora era inmadurez, dependencia emocional, inseguridad, perdida de autoconciencia; que se transformaron en malos negocios, en acercamiento al juego, en distanciamiento de los amigos; que impactó en la familia, Lucinda dijo ¡basta! Julie y Mary no, pero con siete y un año respectivamente, no podían elegir. Las tres a la casa de la abuela. Ned solo.
…
   Kate esperaba respuesta a su pregunta. Se la notaba confundida. Ned, se paró, con la mano izquierda tomó sus anteojos y los subió apenas, con la otra mano, se frotó los ojos como si algo le molestara. Debía abortar el intento de aquella lágrima por escaparse. Tomó aire, y con otra mueca más parecida a una sonrisa que la anterior dijo: “lo siento señorita, mi nombre es Junior, se ha confundido de persona”.  Tomó su saco, dejó dinero en la barra, palmeó el hombro de la confundida Kate y se dirigió hacia la puerta.
   Neddy Medrill dejó el bar, subió a su Grand Cherokee Spoilers desvencijada y encaró la avenida que llevaba a Queens.
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