lunes, 14 de octubre de 2013

Ariel Idez. La literatura contemporánea y su influencia en la Carrera de Comunicación

            Fue la mañana de un 17 de Junio no muy distinta a cualquier otra en la sede Constitución de la Facultad de Sociales. Salones colmados, agrupaciones atrincheradas en sus stands, compañeros desayunando apuntes en el buffet y tal vez algún joven aún perdido en el laberinto en el que se puede convertir un primer cuatrimestre en la carrera. El aula 07 queda al fondo de la planta baja, uno ingresa a la facultad, esquivando volantes de La Mella y de La Cámpora, luego bordea la cola que se arma detrás del Departamento de Alumnos, hasta encontrar las escaleras, en ese instante se debe amagar ir al baño, doblando hacia la derecha lo más cerrado posible, para poder sortear los volantes del PO (se pronuncia como se escribe, “po”, aunque también suelen decirle “pe-o”), después de esa avalancha de papeles ya se puede volver a girar hacia la izquierda, pasar los ascensores y divisar dicho salón. Cerca de 150 compañeros esperaban sentados la aparición del escritor y profesor de nuestra facultad, Ariel Ídez.
            Sentados al fondo del aula, con algunos compañeros de la comisión comenzamos a debatir sobre la novela seleccionada por la cátedra, La última de Cesar Aira, no sólo por la intertextualidad con la obra de Aira, sino también por la singularidad de sus personajes: “El Enano Más Sexy del Mundo”; “El Típico Puto Nazi”; Leandro, el dealer literario; y otros que no pasarían desapercibidos en la lista pero que vale la pena conocerlos durante la experiencia de lectura. Pasados algunos minutos y mientras la sala se iba llenando de caras y libros rosas (¿o salmones? Habría que preguntárselo a la gente de “Pánico al pánico”, la editorial independiente que confió en Idez), empezamos a barajar hipótesis acerca del escritor y ya no del escrito. Una compañera efectivamente lo conocía y mientras lo describía, lo materializó. Llevaba una camisa blanca que se dejaba ver debajo de un pullover celeste cuando entró por fin al salón. Un jean y mocasines completaban el atuendo; los lentes rectangulares y la barba de tres días le daban el toque final para configurar cómo se debe presentar un escritor moderno. Presentado por la titular de la cátedra, Marina Cortés, el escritor comenzó a hablar, se presentó, y fiel a las prácticas espurias de una clase, sacó un “machete” de dos carillas preparándose para atravesar todos los temas pertinentes. Comenzó presentándose, y haciendo un breve recorrido de su paso por la carrera -a la que ingresó por sentimientos tan fuertes como antagónicos: la atracción por una mujer y el rechazo a las matemáticas-, primero como alumno, estudiante avanzado más adelante y como profesor luego de la Maestría en Comunicación y Cultura. Puso especial énfasis en la materia que justamente nos congregaba. Según el autor de “No vas a ser astronauta”, la materia conformó una “triple alianza” entre lectura, escritura y experiencia, la cual genera (Idez admite que esta tríada sigue funcionando incluso hoy en día) un círculo virtuoso en donde la lectura produce ansias de escribir y viceversa, tomando del autor que se esté leyendo todo lo que se necesite para robustecer la escritura propia. En el taller, fue cuando se dio cuenta que al momento de escribir, la relación entre deseo y ejecución se daba armoniosamente. Esto lo dijo haciendo una divertida analogía con el fútbol en la cual se presentó como mucho mejor escritor que futbolista: porque es frente a una hoja, y no frente a un balón, donde las cosas le salen bastante parecidas a como él las imagina.
            Luego de hablar sobre su relación personal con la literatura, el escritor y profesor mencionó que no cree que la literatura sea algo que se enseña sino que se orienta: “se puede ayudar a que cada uno descubra su voz, pero qué y cómo escribir es algo que en mi opinión cada uno tiene que descubrir por cuenta propia. Sin embargo, Idez dijo confiar en que la Carrera de Comunicación, como adelantó en el título de su “machete” (“La carrera de Comunicación y su influencia en la literatura contemporánea”), aporta conocimientos generales que permiten una cosmovisión de la realidad que ha sido pieza fundamental en la obra de diferentes escritores egresados de la carrera (mencionó a Martín Kohan, Mauro Lococo, Pablo Katchadjián, Esteban Castromán, Leticia Martín, Agustina Paz Frontera, y a Maximiliano De la Puente). Para caracterizar a la literatura contemporánea, el escritor anunció la “disolución de las fronteras que separaban los géneros y las disciplinas artísticas”, un “estado” de hibridación y transversalidad entre escritura y convergencia comunicacional en el que los egresados de la carrera están familiarizados y por ello, sus textos cobran cada vez mayor relevancia. Por supuesto, Idez no deja de lado la posibilidad de que surjan nuevos grandes escritores en otros ámbitos, otra característica que le otorga a la Literatura, su esencia imprevisible.
            Antes de retirarse, el autor de “La última de Cesar Aira” no dejó de responder las preguntas del auditorio que se fueron haciendo ordenadamente a medida que el micrófono, de la mano de Marina Cortés, fue dándole voz a cada uno de los alumnos que no quisieron dejar pasar la oportunidad de evacuar sus dudas.

            Terminada la charla, y como parte resolutoria del ritual literario, el escritor recibió un cálido agradecimiento: los alumnos se acercaron a pedirle alguna dedicatoria o para conversar mano-a-mano con quien puede ser el ejemplo de varios estudiantes. Rodeado por una nube de amistad y admiración es como recordamos los últimos minutos de la visita de Ariel Idez. Salimos del aula, y  volvimos a la normalidad de la sede, a ser parte de la marea de alumnos que cumplen con la rutina académica.

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