Abro la puerta y Dante dice que se le parte la cabeza. La verdad, estoy muy ocupada como para ponerme a pensar en eso, así que lo ignoro y me voy a la cocina. Dante sigue gritando ferozmente cómo se le parte la cabeza, pero yo pongo agua para el mate y sigo con lo mío.
       Distraída lavando la bombilla, escucho pensamientos que caen. Creo sentir cómo se desenvuelven y van rodando por la escalera hasta llegar al pasillo. Ideas en cuadraditos que van esquivando aquello que se les cruza en el camino; dan vueltas, más vueltas, saltan al perro, rebotan y caen. Cuántas memorias desparramadas cual piezas de rompecabezas. 
       No entiendo qué pasa, sigo buscando el azúcar. En eso veo una neurona que pasa por ahí, e imagino lo peor. “Por Dios Dante, otra vez me vas a ensuciar el piso con tu sinapsis.” Materia gris por toda la casa. Yo no pienso limpiar, tengo mucho que hacer y todavía no alcancé a preparar el mate.
       Con la pava en la mano, dispuesta a sentarme, al fin lista para la merienda, escucho como un cristal, un cráneo que se parte. Dante aparece, perdido, desorientado, sin sentido del equilibrio, desapareció junto con la vista, el tacto y el olfato. No hay nada que pueda hacer. Desde la punta de la cabeza hasta la punta de los pies, está rodeado de imágenes, sonidos, percepciones y memorias del pasado. Todo cayó, todo se desvaneció al explotar. Se le partía la cabeza y no mentía. Dante es despistado, pero no miente.
      Veo la cocina empapelada  de corteza cerebral y no lo creo. Justo cuando el mate está listo Dante viene con semejante impulso nervioso. Me agarro la cabeza como muestra de mi desesperación, pero el ya no me escucha, ya no es capaz de sentir nada. Y es ahí cuando mis ojos comienzan a perder su órbita, mis oídos zumban, y creo que es el agua a punto de hervir. Pero no, mi sien como un propulsor se hunde y…¡BANG!  Ahora sí estamos en problemas, ya no hay mate que valga la pena.
Ayelén Di Calogero. Comisión 36. 2011 
Me gustó mucho! Muy buena la frase: “Por Dios Dante, otra vez me vas a ensuciar el piso con tu sinapsis.”
ResponderEliminarSaludos